Vino Mexicano
La historia del vino mexicano comienza con la Conquista cuando los españoles trajeron consigo vino y cepas de la Vitis vinífera europea y promovieron su cultivo. En 1518 Bernal Díaz del Castillo y Juan de Grijalva invitaron a tomar vino a los embajadores de Moctezuma en Veracruz y pocos años después, en 1524, Hernán Cortés ordena a sus conquistadores plantar 1000 vides por cada 100 nativos. En México ya existían vides silvestres, especies nativas mexicanas como Vitisrupestris, Vitis labrusca y Vitisberlandieri, las cuales sirvieron como plantas madre a las vides europeas y ayudaron a combatir plagas como la filoxera, sin embargo, no fueron usadas para producir vino.
En 1531 Carlos V decretó que todos los barcos dirigidos a la Nueva España llevaran consigo vides y olivos para su aclimatación y cultivo, misión que recayó en los misioneros y a raíz de esto, en cada convento construido se cultivaban estas plantas. En 1597 Lorenzo García pide una merced para cultivar vides y producir vino en Parras de la Fuente Coahuila y funda la Hacienda de San Lorenzo, estableciendo la producción vinícola en esa zona.
Los esfuerzos evangelizadores de los frailes jesuitas los llevaron a diversas zonas del norte de México como Sinaloa, Sonora e incluso a la Baja y Alta California. Frailes jesuitas como Juan de Ugarte, Eusebio Kino, Juan María Salvatierra y franciscanos como Junípero Serra son responsables de la expansión del cultivo de uva y la primera producción de vino en estas regiones.
Por muchos años, el consumo del vino producido en México fue muy limitado, enfocado a los usos eclesiásticos y locales ya que las regiones con climas aptos para su producción, específicamente Parras y Baja California, estaban alejadas del centro, lo que resultaba en un difícil y costoso transporte. Durante el Porfiriato existieron proyectos de promover el cultivo de la vid en todos los estados de la República, pero no serían completados por la irrupción de la Revolución. A principios del siglo XX, se establecieron nuevas vinícolas en Baja California y en 1940 se estableció en México casa Pedro Domecq. En 1948 se forma la Asociación Nacional de Vitivinicultores, con 15 bodegas, sin embargo, en los años ochenta la producción de vino se estancó gracias a la firma del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio que permitió la reducción de aranceles para los vinos y licores extranjeros los cuales invadieron el mercado mexicano.