Un par de medias

Un par de medias

En 1938, DuPont patentó un polímero artificial al que denominó nylon, vocablo que ha sido asimilado al español como nailon. Esta fibra textil es elástica, no es vulnerable a la polilla, no precisa planchado y, entre otros usos, se emplea en la confección de medias y telas de punto. Ese año, durante la Feria Internacional de Nueva York, el vicepresidente de la marca, Charles Stine, presentó las medias a un grupo de mujeres, permitiendo que jalaran de cada uno los extremos para probar su resistencia.

Consideradas una prenda de mujer, las medias hechas de nailon revolucionaron el mercado de la calcetería, pues ofrecieron una buena alternativa a los calcetines. Las medias de nailon tuvieron gran aceptación desde un principio, pues moldeaba la figura y brindaba tersura en las piernas.

Un poco antes de iniciar la Segunda Guerra Mundial, las medias de nailon comenzaron a escasear y quintuplicaron su precio al punto de ser inasequibles para un gran grupo de mujeres. En Europa, el nailon se utilizaba para fabricar paracaídas, por lo que las mujeres se valían de medias falsas, que lograban maquillando sus piernas con cacao y delineando las costuras.

Al finalizar la Segunda Guerra y levantarse el embargo del material, la demanda de las medias fue tal, que se vendieron en un día 50 mil pares en tan solo seis horas. La nueva “fibra milagrosa”, como fue llamada en aquel entonces, causó furor entre las mujeres que adquirían un producto que formaría parte integral de su guardarropa e inscribiría un nuevo hito en la moda internacional.

Durante la década de los sesenta, las medias se hicieron más baratas debido a que se perfeccionó su confección en serie. La media se convirtió en un auténtico ícono de la moda. La invención del spandex las hizo más cómodas y la minifalda las convirtió en necesidad.

Con el paso del tiempo, las medias que hoy en día se encuentran en una gran variedad de diseños, colores, grosores y para todo tipo de usos, se han convertido en elemento básico del guardarropa femenino.

Adaptación del texto original de la exposición Nostalgia de lo Cotidiano, del Museo del Objeto del Objeto.

 

Deje su comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Error: Formulario de contacto no encontrado.

    Contacto

      Contacto

        Contacto

        X