Frascos de Botica
En tiempos de la colonia, se tiene registro de los primeros locales de botica establecidos en México en el año de 1533. Los boticarios tenían conocimientos de física, medicina, biología y mucha tradición de remedios caseros. Las boticas no eran establecimientos comerciales aislados, también existían dentro de los hospitales y conventos. Poco a poco sus remedios y ungüentos fueron más acertados pues desarrollaron fórmulas magistrales que los mismos médicos recetaban, sin embargo fue hasta el año de 1628 que se estableció un protocolo o reglamento para cuidar el ejercicio y enseñanza de la medicina el cual incluía la higiene y la metodología de preparar los medicamentos.
Desde Europa llegaron sustancias que no eran conocidas en México, como el arsénico, las resinas de opio y benjuí, y al mismo tiempo, nuestro país aportó la gran riqueza herbolaria indígena.
A la par de la revolución industrial, se desarrolló una revolución científica y ambas modificaron totalmente el oficio de la botica dando paso a la industria farmacéutica. Los conocimientos científicos y el desarrollo de laboratorios dieron como resultado la producción de medicamentos, surgiendo así las farmacias y esto como consecuencia empezó a borrar a las boticas de nuestras ciudades.
Aún podemos tener una nostálgica imagen de las boticas tradicionales si visitamos el edificio antiguo de La Farmacia París, que conserva la costumbre de preparar fórmulas y recetas especiales. La Botica de la Farmacia Paris se ubica en un hermoso edificio que data del año del 1557, antiguo noviciado de los monjes Agustinos. La Farmacia París se fundó en el año de 1944 y es famosa por abrir desde entonces los 365 días del año, ni siquiera el terremoto del 85 hizo que sus puertas se cerraran.
