La silla Marcela
Sí, le hemos puesto nombre a un objeto inanimado, pero fue tan esperada que se lo ganó.
Marcela llegó a la familia en plena cuarentena. Fue una de las compras más deseadas, pompis y espaldas agradecieron infinitamente su llegada.
Sólo tenemos una Marcela, pero todos podemos pasar un tiempo con ella, la compartimos y agradecemos tenerla durante esas horas interminables de tareas, videoconferencias y trabajo en casa.
Gracias Marcela!