Desde niño mi papá disfruta bastante de jugar basquetbol, y antes del confinamiento estaba en el equipo de su trabajo. Intentó distraerse con algunas otras actividades, sin embargo ninguna lo hacía sentir tan feliz como jugar. Por lo que todas las mañanas comenzó a jugar solo en el patio. Estoy segura de que no es lo mismo para él, sin embargo lo hace sentir bien. A pesar de que este balón al parecer no resistió mucho, tiene dos más esperando ser usados.