De Metales Calientes a lo Eléctrico

De Metales Calientes a lo Eléctrico

¿Te imaginas planchar con un objeto de más de 4 kilos? o tratar de no quemar la ropa con un metal caliente. Estos objetos que se emplearon hace más de 100 años requerían de mucha destreza para utilizarlos, afortunadamente hoy existen aparatos con alta tecnología y muy ligeros con los cuales realizar esta labor. Te compartimos la historia de la plancha para ropa.

Desde los antiguos griegos, los romanos y los chinos del siglo IV, ya utilizaban artefactos con los que lisaban sus prendas. El que más se popularizó en la época, fue una especie de sartén ¡sí, de sartén! su base lisa en latón y con un mango de madera, permitía regresar las prendas a una apariencia limpia y ordenada.

A este artefacto le colocaban maderas aromáticas al centro, que, al prenderles fuego, la temperatura desvanecía los pliegues más notorios pasándolo por ellos. Y ¿para qué la madera aromática? se empleaba para que se impregnara el olor en la ropa, como lo hacen algunos suavizantes actualmente.

Años después, con la llegada de la revolución industrial, se desarrollaron distintos ornamentos para planchar, como: planchas de gasolina, de carbón, planchas de gas e incluso de alcohol. En México, por mucho tiempo se utilizó una de hierro, que se ponía en brasas o al fuego para calentarse, se caracterizaba por su enorme grosor y peso.

Aunque no es muy preciso desde cuando se plancha o quien es el creador de este objeto, nos centraremos en conocer al inventor de la primera plancha eléctrica. Realizada por el estadounidense Henry W. Seely un 6 de junio de 1882, cuya función se basaba en una resistencia, colocada en su interior que permitía el paso de corriente eléctrica y calentar una suela metálica.

Este artefacto tuvo varios inconvenientes, el principal fue que para aquellos años el suministro eléctrico no llegaba a todos los hogares, por lo que no le veían utilidad alguna. La segunda, al encenderse producía una chispa que ocasionaba problemas de seguridad y una tercera, no se podía controlar su temperatura lo que provocaba que las prendas se quemaran.

Transcurridos los años, en 1901, cuando la electricidad entró en los hogares, las planchas fueron mejoradas por distintas personas y empresas, saliendo a la venta una, la “plancha monstruo” nombrada así por su tamaño y peso de más de cuatro kilos ¿planchabas o hacías pesas?

A pesar que se contaba con un objeto “sofisticado”, se siguió ajustando, construyéndose uno a vapor para el año de 1926, esta nueva plancha tenía la ventaja de no quemar la ropa y obtener un mejor resultado.

De esta adaptación a la fecha, contamos con diferentes maneras de planchar nuestras prendas, desde llevarlas a las tintorerías o planchadurías, con vaporizadores e incluso hay artículos y objetos que facilitan el trabajo.

Hoy, estas planchas metálicas suelen ser adornos vintages del hogar o espacios comerciales. Y ustedes ¿llegaron a planchar con ellas? cuéntenos cuáles emplearon o conocen.