Seres extraplanetarios

Dibujar manos es particularmente difícil por su estructura anatómica y por la expresividad que alcanzan. Zefe ocupa la luz y las sombras como herramientas para crear una serie de esquemas de seres imaginarios hechos con los gestos de sus propias manos. Las posiciones de las manos sugieren la práctica de shadowplay: un juego de sombras hecho con las manos y proyectado en la pared, que imita siluetas y movimientos de animales. Estos seres, creaciones de Zefe, ni son animales ordinarios ni pertenecen necesariamente a la tierra, se trata de un bestiario personal inspirado, quizá, en experiencias pasadas del autor e indica la existencia más no la procedencia de tres grandes tipos de seres: los Mamiferoides, los Plantoides y los Insectoides.

Estas piezas se acompañan de una serie de objetos luminosos que permanecen dormidos: bombillas apagadas y tubos que quizá jamás se encendieron se muestran como un catálogo de una modernidad pasada que se anunciaba a la vez como un territorio lleno de luz. El intercambio simbólico, entre los objetos dormidos y desactivados y los dibujos de Zefe, expone una contraparte ensombrecida o eclipsada, convirtiendo a esta sala en una cámara oscura donde uno podría jugar a esconderse.

Cada dibujo fue titulado con el nombre de alguno de sus compañeros de encierro, ya que Zefe cuida de ellos en el establecimiento penitenciario y cada vez que asiste a clase, es común que lo haga con un compañero distinto, invitándolo a participar, de manera que cada dibujo se convierte en un recordatorio de quién estuvo en ese momento con él mientras trabajaba.