Toma de la Casa de La Moneda en Chile

En medio de la Guerra Fría, la década de los setentas, fue un momento de tensión social y política en toda América Latina. Mientras en Bolivia y Brasil dominaban regímenes militares dictatoriales, en Uruguay el gobierno cometía crímenes de lesa humanidad y Cuba estaba en medio de una revolución, en Chile, el presidente Salvador Allende, electo democráticamente, intentaba instaurar el socialismo sin violencia y por medios legales en su país.

El golpe de estado en Chile, es uno de los acontecimientos más emblemáticos de la memoria histórica global, primero porque fue completamente inesperado, y segundo porque representó el fin inmediato de uno de los sueños de la época, el socialismo constitucional.

El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet, con el apoyo de Estados Unidos formó su propia Junta de Gobierno, integrada por las fuerzas armadas de Chile, en la que soldados y carabineros, traicionaron su lealtad al presidente encerrándolo en el Palacio de La Moneda exigiendo su “rendición incondicional” al poder. El bombardeo terminó con un discurso final del presidente, y su suicidio para evitar la mayor cantidad de muertes posibles. Aunque Allende murió sacrificándose por su país, su muerte marcó el principio de una dictadura militar en manos de Pinochet, de la que Chile no lograría liberarse hasta 1990.

Hoy recordamos este día que como escribió Gabriel García Márquez “ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo y que se quedó en nuestras vidas para siempre”.