Rivalidades del pancracio
El primer encuentro máscara contra cabellera ocurrió el 14 de julio de 1940. Fue una lucha entre Octavio Gaona y el Murciélago Velázquez. Como Gaona no usaba máscara, el Murciélago exigió que en caso de que él ganara, su contrincante debía raparse. Resultando ganador Gaona y perdiendo su máscara el Murciélago.
Las máscaras luchadas y las cabelleras, son unos de los objetos más preciado de la Lucha Libre, su materialidad da fe de la victoria. La pérdida de la máscara supone la desaparición o transformación del personaje a través de la revelación de la identidad del luchador. Este hecho supone una pérdida del aura que emanan los luchadores enmascarados y los devuelve al ámbito terrenal. El caso de la perdida de la cabellera, evoca el mito de Sansón, el cual al perder el cabello a manos de Dalila pierde su fortaleza e invulnerabilidad.
En la Lucha Libre, como en los melodramas, se escenifican enemistades y rivalidades, se muestran imágenes de dolor y derrota, de traición y justicia. Por forma, existen dos bandos. Los técnicos representan el bando de los buenos, luchadores que se apegan a las reglas y que sus personajes evocan a figuras de justicia y rectitud y los rudos que serían por el contrario, los luchadores que representan los malos, personajes que tocan la oscuridad, la rebeldía y la traición. Los rudos luchan con medios no permitidos, rompen las reglas y provocan al público por medio de su oportunismo y acciones traicioneras. Por el contrario, los técnicos intentan defenderse por medio de la lucha limpia basada en las reglas