La máscara en la lucha libre mexicana

La máscara en la lucha libre mexicana

La palabra griega hypocrytés se usó en el teatro clásico para designar a los actores y es definida como quién vive y habla detrás de una máscara.

Tradicionalmente la máscara ha sido usada para adoptar nuevas identidades, desde rituales de culturas precolombinas hasta las representaciones teatrales japonesas, ha sido un elemento que protege la identidad de su portador y permite desarrollar otras identidades, es un elemento simbólico que permite la transición entre el mundo real y el imaginario.

En la Lucha Libre mexicana la máscara se ha convertido en seña de identidad, en promesa de amenaza y en protectora del rostro cotidiano, empodera al luchador, le permite una transfiguración heroica, trascender lo cotidiano.

La máscara se presenta como una cara con un gesto congelado, un símbolo amenazador, seductor y  mudo, que potencializa la fuerza interna del portador, que se hila con los imaginarios del público y trasciende la personalidad individual para convertirse en mito. Es entonces un artífice de la representación; de la puesta en escena, que se activa en el performance del espectáculo mostrando los eternos dramas mexicanos. El acto del desenmascaramiento es un ritual muy importante para la lucha libre mexicana, volviéndose parte central de su práctica, pues la máscara luchada se convierte en trofeo.

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