Icono cultural hecho en Japón. Denim japonés
La mezclilla, también conocida como “denim”, es una de las telas más comunes en la mayoría de los países. Hecho de algodón, lo hace un material fácil de manipular y también muy resistente. Pero de todos, el denim japonés tiene la reputación de ser de los mejores.
Todos tenemos un par de jeans, que usamos incansablemente hasta que es irremediable llevarlos a lavar, pero según los verdaderos entusiastas del denim, un par de jeans no se deben lavar, por primera vez, después de meses e inclusive años, algunos llegan a decir que nunca hay que lavarlos. Pero ¿cómo es que esta prenda ha llegado a ser un básico en nuestra vestimenta?
La historia empieza en Japón, cuando Toyota Motor Corporation, antes de convertirse en una de las fabricas automotrices más importantes, producía telares mecánicos con el nombre de Toyoda Automatic Loom Works; esta compañía fundada por Sakichi Toyoda introdujo el Modelo G Automático, que facilitaba y aumentaba la producción del denim.
Durante la ocupación estadounidense en Japón, la industria textil tuvo un gran empuje, y el denim japonés se popularizó en Estados Unidos y en aquellos países que comenzaban a tener la presencia militar, económica y cultural de esta nación. Aunque los jeans eran una prenda propia de la working class, fue a través de películas como Rebel without a cause (1955) con James Dean, que esta forma de vestir se convirtió en un símbolo de juventud, rebeldía y de un nuevo grupo social, jóvenes con cierto poder adquisitivo que popularizaron el estilo hasta llegar a ser el básico del que hablábamos en un principio.
Lo cierto es que sin la inventiva japonesa, además del contexto de la posguerra y la calidad de producción propia de la reconstrucción nipona, la industria textil de este país tal vez sería muy diferente y nuestros jeans favoritos tendrían otras características.
Dentro de la exposición Diseño Japonés Hoy/100 mostramos un poco de la producción y diseño textil del Japón contemporáneo y los invitamos a conocerla.