Una historia “sin sentido” pero coherente
En este tema platicaremos sobre dos corrientes artísticas, que, sin duda sobresalen en el arte. El dadaísmo que acompañado del surrealismo generaron controversia y hoy en día su legado sigue fortaleciendo manifiestos importantes dentro de la industria.
Para entender el término no es necesario irnos a los diccionarios, pues la palabra como tal no describe nada lo que engloba el movimiento artístico, pero gracias al intelecto y creatividad de Tristan Tzara y Hans Arp cobró sentido. Todo comienza durante la Primera Guerra Mundial, artistas fueron perseguidos y manipulados para dejar de realizar o expresar libremente las ideologías que plasmaban en sus obras, principalmente literarias y pintura.
Esto hizo que varios tuvieran que refugiarse en otros países, como fue el caso del poeta rumano Tzara y el pintor francés Arp que llegaron a Suiza, lugar de nacimiento del dadaísmo. Aquí conocieron a sus colegas, los escritores alemanes Hugo Ball y Richard Huelsenbeck para dar inicio a un movimiento, que no se imaginarían que tan grande y fuerte se volvería.
Un 5 de febrero de 1916 en Zúrich, los escritores Hugo Ball y Emmy Hennings abrieron el Cabaret Voltair, un recinto con el objetivo, aparte de generar dinero, de reunirse y compartir ideas intelectuales con más gente. Este local fue base importante, ya que sus instalaciones vieron nacer un grupo de artistas con hambre de manifestar sus ideologías de una nueva forma; libre, real, un antiarte que se alejaba de lo tradicional.
Para entender el término “Dadá”, se cuenta que, el primero en utilizarlo fue Tzara, cuya palabra para la mayoría causó intriga, ya que podía significar “nada” en distintos idiomas. Tzara decía que había encontrado al azar la palabra en el diccionario francés Larousse, con la referencia a un caballo de tiro, mecedor, ¿pero qué sentido tenía la palabra con lo que realizaban? exacto, nada. Una nueva forma de ver el arte fuera de los cánones de belleza y dar lugar a las nuevas formas irracionales de expresión.
Hasta este punto sabemos quienes son los pioneros del dadaísmo y en que año se creó el movimiento, pero ¿dónde entra el surrealismo? cuando Hugo Ball decide marcharse a Berna para dedicarse al periodismo, Tzara se convirtió en el encargado de seguir impulsando el movimiento, iniciando una campaña para difundir sus ideas e invitó por medio de cartas a escritores y artistas internacionales, lo que permitió que más artistas se sumaran y contribuyeran desde otras ciudades y países.
El dadaísmo llegó a ciudades europeas y a Nueva York, aquí es un punto importante, ya que se mezclan grandes ideas como puntos clave y artistas. Tzara viajó a París donde su estadía fue larga y conoció a André Breton, con quien empezó el surrealismo en el año de 1920.
Como dato interesante: Desde Zúrich (1918 a 1923) Huelsenbeck estuvo trabajando con artistas como Johannes Baader, George Grosz, Hannah Höch, Raoul Hausmann y Kurt Schwitters. Estas grandes mentes se enfocaron a un arte más político, con pinturas satíricas y los inicios del collage, fotomontaje.
Hans Arp también formó otro grupo junto con Max y Johannes Theodor Baargeld, sus exposiciones se centraban en el arte antiburgués.
El surrealismo comenzaba a tener potencia, sumándose a la lista de artistas Marcel Duchamp, Francis Picabia, Man Ray. Pero el término que empleaban fue establecido 4 años más tarde por André, después de conocerse a Tzara, un 15 de octubre de 1924 al publicar el Manifiesto del surrealismo en París.
No obstante, la historia sigue sumando intereses propios y apropiándose de términos por artistas, pero ¿qué sería del surrealismo sin haber existido el dadaísmo? cuéntanos qué obras conoces de estas corrientes y artistas mencionados.