Ring, ring, ring… Una llamada entrante
La llegada de la telefonía a la Ciudad de México fue una gran aportación del presidente Porfirio Díaz, con el objetivo de modernizar la capital. Si bien no todos tenían el servicio, con el tiempo se pudieron realizar interesantes cambios que llevaron a este medio de comunicación a distancia a conectar a todos los estados de la República Mexicana.
La primera encomienda que tenía el general con la línea telefónica era que se enlazaran el Palacio Nacional con el Castillo de Chapultepec, para después comunicar seis comisarías de policía de la entonces CDMX. Para que esto sucediera, en 1878, contrató a la compañía de Alfred Westrup, cuyo trabajo dio lugar a la primera llamada telefónica.
Para que el servicio de telefonía llegara a un mayor número de habitantes se instalaron cabinas telefónicas en diferentes calles del corazón de la Ciudad de México. Actualmente ya no forman parte del paisaje urbano, ya que los avances en la telefonía digital las transformaron en un objeto obsoleto. Su diseño fue muy atractivo, evocaban a las londinenses y se registraron cerca de un millón para 1967.
Para este año, ya no había sólo en el centro, si no por todas las colonias de la capital, de acuerdo con relatos de los transeúntes, estas eran “elegantes”, altas, con mucho espacio, de color gris y con puertita ¡teníamos privacidad! cuentan.
Tristemente fueron vandalizadas y eran muy caras de producir e instalar, por lo que se buscaron alternativas que dieran el servicio con un diseño más apropiado que fue cambiando a través de los años. Destacaron las de lámina gris y acrílico, que permitían ver a la persona, pero la aislaban del entorno. Los termoformados permitieron explorar formas más orgánicas, muy de la época, que todavía sobreviven en algunos puntos de las diferentes ciudades.
Tras largas filas de espera y varias monedas echadas para llamar por cortos minutos ocurrieron acontecimientos importantes y drásticos para que la telefonía en México creciera. Uno de ellos a partir de 1985, tras el temblor del 19 de septiembre, los teléfonos públicos tuvieron que pasar a ser gratuitos con la finalidad que todos pudieran comunicarse con sus familias sin problema alguno.
Otro importante, la llamada del primer mexicano en ir al espacio, Enrique Neri Vela, con el entonces presidente Miguel de la Madrid, en noviembre del mismo año. Las llamadas pasaron de ser locales a extenderse rápidamente por el mundo. Por último y no por eso menos importante, una nueva etapa al ser adquirido por el empresario Carlos Slim en 1989.
De este año a la fecha, han sucedido asombrosos cambios, desde teléfonos públicos funcionando con monedas, tarjetas que extendían los minutos e incluso poder realizar llamadas internacionales, para llegar a los chips con las diferentes telefonías que permiten tener internet en un sólo dispositivo.
¿Ustedes cómo recuerdan estas cabinas telefónicas, cuáles conocieron? o ¿cuánto invertían para llamar a sus seres queridos?
¡Cuéntenos!