Yo sin Kleenex no puedo vivir

Yo sin Kleenex no puedo vivir

La primera guerra mundial trajo consigo la creación de nuevos productos para ayudar a los soldados en combate, al finalizar los conflictos bélicos, muchos de estos productos se modificaron para seguir comercializándose, tal fue el caso de una celulosa creada por Kimberly-Clark® en 1914, esta celulosa era introducida en las máscaras de los soldados, después fue utilizada en tollas femeninas para su venta.

Pero no todas las historias de éxito tienen un inicio satisfactorio, pues, la idea de introducir la celulosa en tollas sanitarias no dio resultados positivos, por lo cual se decidió cambiar la estrategia y usar este método en toallitas para desmaquillar y así kleenex empezó a crecer de una manera acelerada y con buenos resultados. Tan solo en México en el año 1988 ya se comercializaba a hoteles, restaurantes y hospitales, productos como jabón, servilletas, papel higiénico, toallas de mano, entre muchos más, muestra del terreno que empezaba a ganar la empresa.

Para 1987 las ventas de la empresa llegaron a los 500 millones de dólares, cifra que habla del buen desempeño que la empresa llevaba, pero ¿por qué kleenex se utilizó como pañuelo? Todo comenzó en la industria del cine, por raro que suene, en estos lugares de filmación, las maquillistas y los directores usaban los productos kleenex para todo, limpiar derrames, desmaquillar, usarlo para escenas y hasta limpiarse las lágrimas, es por ellos que la empresa redirige su publicidad y hace ver que sus productos son tan buenos que se pueden utilizar en el cuidado personal, específicamente como pañuelo.

Puesto que su “inicio” se dio por decirlo así en la industria del cine, lo que kleenex quería proyectar a sus usuarios era la idea de que, si utilizaban sus productos, la piel estaría igual de hermosa como la de las estrellas de cine. The ladies home journal, fue la revista elegida para transmitir estos mensajes.

Kleenex suena en todos lados, su nombre es derivado de la palabra clean que significa limpio y agregaron la K y ex de su primer invento, las toallas femeninas Kotex, así se les dio el nombre a los pañuelos más famosos del mundo.

“Yo sin Kleenex no puedo vivir”, así sonaba el slogan de la marca de pañuelos en radio y en televisión, la revolución del papel higiénico era por si sola una novedosa industria creciente por su alta demanda, pero lo que kleenex hizo fue diferenciarse, pues no era un papel común entre todas las demás marcas, su uso se extendió poco a poco hasta convertirse en un referente del cuidado personal, dándole sentido a su slogan. Y parece que todos hemos probado y comprobado la suavidad de los productos de esta marca, sus aromas y texturas que hoy en día son una gama amplia, dando la impresión de qeu no podemos vivir sin Kleenex.

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