Un País de Colores y formas
El ser humano siempre ha intentado imitar a la naturaleza, ha usado todas las herramientas que tiene a la mano para representar lo que observa, de ahí, que cada región se sienta representada por cierta gama tonal que asemeje los paisajes que percibe cotidianamente. Debido al vasto territorio de la República Mexicana la variedad y cantidades de colores con los que un mexicano se siente identificado es enorme, hablar de México es hablar de colorido, de energía y vitalidad.
La imagen que después de la segunda mitad del siglo XX se exportó de México, fue la de un país lleno de alegría, colorido y folclor. Un país exótico que invitaba a ser visitado por medio de imágenes arquetípicas de lo que se observaba y se vivía en el país. A partir de este momento imágenes de mujeres ataviadas con vestidos típicos de cada región de la República Mexicana comenzaron a circular como medio de propaganda dentro y fuera del territorio nacional, convirtiéndose así en una especie de imagen alegórica de la Patria.
En México no existe el miedo al uso del color; las casas, las calles, los mercados y las plazas están llenas de todo tipo de colores, incluso en los panteones siempre tiene que haber color, para el mexicano el uso del color es indispensable, es parte de su identidad y forma de vida, sin lugar a dudas México es un país de color.