The Eagle Pencil Company y la maravilla del color
El objeto de nuestra colección que presentamos hoy es un estuche profesional de colores, el fetiche de muchos artistas y diseñadores. ¿Qué haríamos sin el color? Y es que hasta en el blanco más puro están contenidos todos los colores.
En 1890, Daniel Berolzheimer, un inmigrante de Bavaria, abrió una tienda de lápices en la ciudad de Nueva York. Tras cinco exitosos años, su hijo Henry compró una fábrica dentro de la misma ciudad, el primer edificio construido completamente de acero, en el cuál se producían lápices, plumas y gomas.
La compañía adquirió fama rápidamente y extendió su mercado hasta Francia, Rusia, Noruega y Cuba. En 1894, los lápices Eagle, habían alcanzado tal fama, que la marca abrió un “show room” en Londres en dónde se hacían exhibiciones de nuevas marcas y productos. La compañía obtuvo un gran éxito en Londres, lo que les permitió un rápido crecimiento de su catálogo, para 1901 ya figuraban los lápices Mikado y Turquois graduados para dibujo.
Desde principios de siglo XX estos lápices de colores son una herramienta de trabajo y un motivo de inspiración, esperamos que los disfruten tanto como nosotros y nos compartan sus colores favoritos.