San Valentín. Morir por amor

Este día no solo se trata de corazones, chocolates, arreglos florales y paseos románticos. Es más, ¿se han preguntado por qué este día se celebra al amor? Resulta que se recuerda a San Valentín,  quien según la tradición cristiana, fue uno de los primeros mártires, cuando el cristianismo aun era una religión que debía mantenerse en la clandestinidad.

Con la intención de abolir las costumbres paganas, algunos pastores convertidos al cristianismo sustituyeron las fiestas para Juno Februata;  diosa de la “fiebre” del amor, así como de las mujeres y el matrimonio. En estas fiestas, por medio de una “lotería”, los hombres sacaban el nombre de alguna de las muchachas solteras de la comunidad, con la cual permanecían durante los juegos eróticos de esta fiesta y después continuaban como pareja por 12 meses; algunas de estas uniones derivaban en matrimonios de mucho tiempo. Esta fiesta era conocida como Lupercalia, que también aseguraba la fertilidad de los campos durante todo el año.

Para el año 496, el papa Gelasio instauró el día de san Valentín, que como muchos otros santos, sustituyó a los antiguos dioses paganos; es por esto que no sea muy claro su proceder.  Se convierte en patrón de los enamorados y este día comienza a asociarse con el amor, ya que es el día en que este santo es ejecutado al no querer renunciar al cristianismo y haber casado a parejas en secreto después de que el matrimonio bajo la fe cristiana fuera prohibido.

Otra leyenda dice que se convirtió en patrono de los enamorados porque su fiesta coincide con el momento en que las aves comienzan a emparejarse.

Ya sea una o la otra, es un día que se relaciona con el amor; y aunque no se necesite de un momento en especifico para recordar a quienes amamos, celebremos, seamos cursis, que estar enamorado es algo que debe celebrarse.