Natalicio de Benito Juárez
“En 21 de marzo de 1806 nací en el pueblo de San Pablo Guelatao de la Jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán en el Estado de Oaxaca [México]. Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres Marcelino Juárez y Brígida García, indios de la raza primitiva del país, porque apenas tenía yo tres años cuando murieron, habiendo quedado con mis hermanas María Josefa y Rosa al cuidado de nuestros abuelos paternos Pedro Juárez y Justa López, indios también de la nación zapoteca.” 1
Así relata Benito Juárez en la autobiografía “Apuntes para mis hijos”, donde describe todos los trayectos de vida desde su infancia, su formación durante la juventud, el Colegio de Leyes, y la proclamación de varios documentos de ley e iniciativas que encabezó en su lucha por constituir a nuestra nación como la República soberana que hoy conocemos como México.
Desde muy temprana edad, Juárez manifestó su carácter, separándose de la vida como jornalero del campo en casa de su tío para ir a la ciudad de Oaxaca e iniciar su educación: “…el día 17 de diciembre de 1818 y a los doce años de mí edad me fugué de mi casa y marché a pie a la ciudad de Oaxaca adonde llegué en la noche del mismo día, alojándome en la casa de don Antonio Maza en que mi hermana María Josefa servía de cocinera.” 2
Podríamos afirmar que Juárez fue un hombre que se formó a sí mismo, ya que se percató del atraso y del favoritismo hacia los hijos de la “realeza” que existía en los colegios de enseñanza que existían en aquel entonces. “Disgustado de este pésimo método de enseñanza y no habiendo en la ciudad otro establecimiento a que ocurrir, me resolví a separarme definitivamente de la escuela y a practicar por mí mismo lo poco que había aprendido para poder expresar mis ideas por medio de la escritura aunque fuese de mala forma, como lo es la que uso hasta hoy.” 3 Afirmación que, para un prócer que acuñó la frase: ”Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, es un auténtico ejercicio de modestia y humildad.
La “Ley Juárez”, asentó las bases legislativas sobre el que se erigiría un país libre y soberano. Esta ley eliminaba los fueros de militares y eclesiásticos, así mismo suprimía los tribunales “especiales” que tenían ambos organismos. Un proyecto de lo que más adelante completarían en un documento Ignacio Comonfort y Sebastián Lerdo de Tejada.
La Constitución Política de la República Mexicana redactada por el Congreso Constituyente durante la presidencia de Ignacio Comonfort es un documento de gran trascendencia en la historia de México, en éste se establecieron garantías individuales, libertad de expresión y de asociación, así mismo se abolió la esclavitud, la prisión por deudas civiles, la pena de muerte y los títulos nobiliarios. Juárez, en sus propias palabras, expresa cómo la hizo efectiva: “En 1857 se publicó la Constitución Política de la Nación y desde luego me apresuré a ponerla en práctica principalmente en lo relativo a la organización del Estado. Era mi opinión que los Estados se constituyesen sin pérdida de tiempo…” 4
Benito Juárez tenía como objetivo la separación de la Iglesia – Estado, que después se tradujo en sus ideales de Reforma: “Los gobiernos civiles no deben tener religión, porque siendo su deber proteger imparcialmente la libertad que los gobernados tienen de seguir y practicar la religión que les guste adoptar, no llenarían fielmente ese deber si fueran sectarios de alguna.” 5
Cada año, el 21 de marzo se celebra el inicio de la estación de la primavera en el hemisferio norte. Así mismo, en México también celebramos nuestra república que florece bajo el amparo de las leyes, ideas y preceptos que han formado a una nación ahora unida gracias a la visión que hombres como Benito Juárez tuvo de las generaciones futuras.
1 Juárez Benito, Apuntes para mis hijos, Primera edición PRI, 1987, Comisión Nacional de Ideología del CEN, p. 5
2 Op. cit. pp. 8, 9
3 Op. cit. pp. 12, 13
4 Op. cit. pp. 73, 74
5 Op. cit. p. 76