Los movimientos sociales
La transformación política de México en los últimos cincuenta años ha sido, en gran medida, resultado de innumerables movimientos sociales que, desde el Movimiento estudiantil de 1968, han planteado sus deman- das en calles, marchas y plantones.
Tras nuestra democracia imperfecta están las insurgencias obreras y campesinas de los años setenta; las mujeres y los hombres que se autoor- ganizan para atender a las víctimas de desastres naturales como los sis- mos de 1985 y 2017, las demandas del feminismo, el zapatismo indígena, el ecologismo protector de nuestro medio ambiente y nuestro territorio; la exigencia de reconocimiento del derecho a la diversidad sexual, el gri- to de los jóvenes: “Yo soy 132”, los movimientos de derechos humanos, las organizaciones de familiares, como los padres y madres de los 43 des- aparecidos de la normal de Ayotzinapa; las amas de casa y los jóvenes que salen a la calle para exigir el cese a la violencia, la mujeres que apremian “Ni una más”, las y los periodistas que demandan justicia para sus cole- gas asesinados: una sociedad que clama y reclama.