La mejor inmortalizadora de todos los tiempos
La historia de la cámara fotográfica comienza desde la creación de la cámara oscura, en la cual los científicos elaboraban experimentos y observaciones incluso de naturaleza astronómica, como el físico y óptico árabe Alhazen (965-1039). Es posible agregar una lista de hombres ilustres quienes también efectuaron investigaciones en ésta cámara: Leonardo Da Vinci, Roger Bacon, Gerolamo Cardano y Johannes Kepler, entre otros.
Hacia el año 1826, Nicéphore Niépce obtuvo las primeras fotografías, también llamadas heliogramas, pues se obtenían con la luz del sol. Existieron otros científicos como William Fox Talbot e Hyppolythe Bayard que obtenían las imágenes con otros métodos, no obstante es a Niépce y a Daguerre a quien se les atribuye el mayor crédito en este invento.
Niépce se asocia con Louis Daguerre, a quien le revela sus secretos poco antes de morir en 1833. Daguerre efectuó mejoras que consistían principalmente en reducir los tiempos de exposición y lo patentó como invento en 1839 bajo el nombre de daguerrotipo. El procedimiento llamado fotografía fue llamado así por primera vez por el científico Sir John FW Herschel.
No obstante, los daguerrotipos tenían el inconveniente de que no se podían realizar reproducciones, eran positivo y negativo a la vez, según el ángulo desde el que se miraran. William Fox Talbot desarrolló unas hojas de papel con solución de sales de plata, las cuales invertían los tonos del negativo original, obteniendo así un positivo. Desarrolló este invento hasta presentarlo en 1841 con el nombre de calotipo, con el cual era posible obtener varias copias de una imagen.
Existen diversos tipos de cámara y los criterios de clasificación son muy diversos, según la especialización del campo fotográfico. Desde las compactas cámaras de 35 milímetros; las réflex, con un visor que permite ver exactamente lo que se ve a través del objetivo, hasta las digitales, con un dispositivo electrónico para capturar y almacenar las imágenes.
