La Imprenta
Puedes invertir más de ocho años de tú vida investigando y escribiendo las mejores historias, pero si no se le pone “imprimir” a la computadora y por accidente perdemos la información del disco duro, es como si no hubiéramos escrito nada. Por eso siempre hay que oprimir “imprimir”, por lo menos una vez, aunque de un libro electrónico se trate.
Ésta es la impresión láser o con cartucho de tintas, mejor conocida como impresión digital, y es tan sólo la última parte de una larga y fascinante historia.
Los babilonios, los romanos, los chinos e incluso en la Alta Edad Media ya se usaban algunos procesos de impresión para panfletos o etiquetas en los que se utilizaba una tablilla o tipos de madera; no obstante, el proceso aún era artesanal, lento y delicado.
Existen largas discusiones en torno a Johannes Gutenberg como inventor de la imprenta; sin embargo, él incorporó en una sola máquina todas las ideas y aceleró considerablemente el proceso fabricando tipos de metal sobre una base convencional, haciéndose acreedor al título de “el padre del libro moderno”.
La primera imprenta en México inicia sus actividades hacia 1540 y estaba a cargo de Juan Pablos (Giovanni Paoli), el título del primer libro impreso en ella en México fue: Breve y más compendiosa doctrina cristiana en lengua mexicana y castellana que contiene las cosas más necesarias de nuestra sancta fe catholica para el aprovechamiento destos indios naturales y salvación de sus ánimas, con la firma de Johannes Comberger, quien le confió a Juan Pablos el establecimiento de la imprenta en México.
A mediados del siglo XVIII surge el transfer, que es uno de los procesos de impresión sobre cerámica más utilizados hasta el día de hoy. Esta técnica consiste en grabar el diseño que se quiere imprimir en una placa de cobre, a la que se añaden tintes hechos a base de aceite. Posteriromente se transfiere a un papel especial para colocarlo en la cerámica, se barniza y se calienta para que la impresión sea permanente.
En 1798, el alemán Alois Senefelder inventa la litografía. Este procedimiento permite la reproducción ilimitada de un diseño, y se basa en la incompatibilidad de la grasa y el agua. A finales del siglo XIX se introduce la litografía en offset como método de impresión para los metales, en especial la hojalata.
En 1900, Louis Chambon presenta en la Exposición Universal de París la imprenta en línea, por la que es galardonado con el Grand Prix. Esta máquina era capaz de imprimir y guardar registro de varios colores, a la vez que cortaba y plegaba cajas de cartón.
Durante los siglos XVIII y XIX, el método más popular para imprimir sobre papel era el grabado. En el siglo XX, el uso de tintas elaboradas a base de anilina agiliza el proceso de impresión y la producción de empaques hechos de papel.
La imprenta se ha diversificado en el mundo contemporáneo en la comunicación y difusión de ideas, hoy en día igual podemos contemplar impresos en un espectacular de una calle o en una íntima publicación.
Exposición Nostalgia de lo Cotidiano, MODO 2010.