Henri Chopin y la Poesía Sonora
18 de junio de 1922
Henri Chopin, que no hay que confundir con el pianista Fédéric Chopin (1810-1849), fue un personaje de aspecto siniestro y saturniano que teorizó y propagó la Poesía Sonora. Para él ésta iba mucho más allá del lenguaje hablado o escrito. Es por eso que la definió como una literatura que superaba los límites de las palabras transmitidas a través de la escritura.
En efecto, cuando se ve y escucha a Henri Chopin, se abren las puertas de la muerte, un portal que permite el paso de lo siniestro, grotesco, oscuro y prohibido. Por otra parte, también es verdad que, a través de su “poesía”, logró expresar realidades en un nuevo lenguaje, las cuales resultan ser absolutamente intraducibles, pues es creado a partir de ruidos inimaginables; en efecto, como él dijo en una ocasión: ¿cómo sería posible traducir en un idioma conocido las palabras del viento de Glencoe, Escocia, que sopla durante el invierno entre el Atlántico y el Mar del Norte? Es por eso que también dijo que la única manera para describir los fenómenos de la naturaleza era usando la voz humana, prescindiendo de las palabras. Para él la Poesía Sonora era el “lenguaje natural”, y a través de ésta se intenta de imitar los sonidos de los fenómenos de la naturaleza.
Según Chopin, el lenguaje escrito no logra transmitir más que el 10% de la realidad y, por lo tanto, la realidad poética está fuera de lo que está escrito en un 90%. De ahí que para él, la poesía sea por definición indefinible. Él argumentaba que para expresar algo de lo verdadero, de lo real, se había de ir más allá de la propia lengua y fue mucho más allá del idioma; él recitaba sus “poemas” como si fuera un director de orquesta que dirigía, a través de indicaciones gestuales, el nivel sonoro y las pausas. Además usaba toda clase de utensilios, como cerillos, grabadoras de casetes de segunda mano y otros objetos de orígenes variados, con los cuales acompañaba los sonidos que emitía a través de su boca abierta y desfigurada, los cuales recordaban a algo semejante a la pintura del Grito de Edvard Munch.
Podrá gustarnos o no, pero lo que es un hecho es que Chopin inventó una nueva forma de expresión humana. Podríamos llamarle el arte conceptual en la poesía, donde los sonidos son más importantes que las palabras que se generan para explicarlos.