Fama, renombre y 60 años de historia en un juguete

La historia de las muñecas tiene un interesante antecedente, con ello una icónica y auténtica figura encabezó un cambio representativo en la industria de los juguetes que a lo largo de los años sigue siendo el predilecto de muchas niñas. Para conocer de quien se trata te compartimos esta interesante historia en la que conocerás, cómo surgió, sus cambios y como se ha mantenido vigente hasta nuestros días.

Si pensaste en Barbie al referirnos como auténtico juguete para niñas has acertado. Esta pequeña muñeca ha permitido reflejar en su imagen la sociedad y trascendido en las últimas 6 décadas, pero ¿cómo surge la idea de una muñeca con aspecto jovial y carismática? Todo comienza por la empresaria y fundadora de la conocida marca Mattel Ruth Handler al notar que su hija prefería jugar con muñecas de papel con características adultas y dejar a un lado las de aspectos de bebés.

Tras un viaje de vacaciones por Alemania, en Hamburgo, Ruth compró una muñeca de aspecto adulto llamada Lilli pensando en su pequeña hija, pero el juguete no era precisamente para niñas, se trataba de un regalo de broma para hombres, Lilli era producto de una caricatura del periódico alemán Bild-Zeitung que representaba a una joven de posguerra, ambiciosa y descarada que trataba temas que iban desde la moda y la política.

Al regreso del viaje y tener a Lilli comenzó la gran inspiración para materializar la idea de una muñeca de aspecto adulto para niñas. Tuvo que pasar tiempo para ser aprobada por los diseñadores de la marca ya que pensaban que al tener un cuerpo y estética inusual en un juguete para esa época no sería aceptado. Arriesgándose por lanzar al mercado a una muñeca con pechos se optó por generar cambios en una figura femenina similares a este primer juguete, como la reducción del busto, la mirada, maquillaje sutil y apariencias adolescentes.

Para el 9 de marzo de 1959 debutaba en la feria del juguete de Nueva York. Barbie era la novedad y se nombra así en honor a la hija de los Handler, Barbara. La imagen hacia lucir a Barbie un peinado rubio, con un traje de baño a rallas blancas y negras. Los encargados en fabricarla fue una empresa japonesa llamada Kakusai Boeki Company en su primer lote —como dato interesante durante el primer año de producción fueron vendidas alrededor de 350.000 muñecas—.

Cinco años más tarde en 1964 Mattel adquirió los derechos de Lilli terminando por cerrar su producción y su capítulo en su historia. Barbie comenzaba a tener una gran distribución, sin embargo, la muñeca a pesar de tener una gran aceptación hubo quienes criticaron al juguete por sus medidas poco realistas, argumentando que fomentaban a tener problemas de imagen en sus jóvenes aficionadas.

Esto permitió que década con década se acoplaran los estándares en moda como en la sociedad. Barbie empezó a crecer, con ello vinieron cambios en su imagen, color de piel, color de ojos, cabello, tipo de cuerpo, hasta incluir a dos peculiares, una en silla de ruedas y otra con una prótesis en la pierna. También la ropa, profesiones, familia, amigos, utensilios y un sinfín de adicionales, como casas, autos y hasta mascotas. No se quedaron atrás las películas como lo fue en 2001 con Barbie y el Cascanueces, su propia serie de animación Barbie: Life in the Dreamhouse, Toy Story 2 y 3 hasta la actualidad.

Lo que ha permitido seguir vigente a este icono de la industria juguetera sin duda son sus campañas publicitarias, siendo de los primeros juguetes en tener grandes estrategias en el mercado y que hicieron famosa la frase “Tú puedes ser lo que quieras ser”. Ruth Handler platicaba que al crear a Barbie su idea fue que, a través de la muñeca, las niñas pudieran llegar a ser todo lo que quisieran ser de grandes.

Sin duda alguna esta figura femenina ha trascendido por muchos años, misma situación que la ha colocado a nivel mundial como el juguete más vendido y conocido, ha llenado infancias de increíbles historias, se ha vuelto un juguete coleccionable, su público es más amplio y seguro seguirá vigente por muchos años más.