El flautista de Hamelin

¿Qué tanto sabemos del origen de aquellas historias que escuchamos desde niños? Muchas podrán parecer muy inocentes y ciertamente, para niños; pero en realidad tienen un pasado un tanto sombrío.

Por ejemplo tenemos al famoso “Flautista de Hamelín”, ese hombre que libró a la ciudad de una plaga de ratas y que después de la malagradecida respuesta de los ciudadanos, decide llevarse a los niños para evitar que crecieran y se convirtieran en el tipo de adultos que son sus padres. Esto en las versiones más aptas para todo público.

Sabemos que muchos de estos cuentos infantiles tienen su origen en la mitología, leyendas y la tradición popular, y que muchos de ellos sirvieron por generaciones como un medio pedagógico para enseñar lecciones morales y de comportamiento, así que estas versiones tenían finales un poco más oscuros.

Este caso es así; en algunas versiones dice que el flautista regresa el 26 de junio, fiesta de los santos de Juan y Pablo, y se lleva a los niños de Hamelín, embrujados por la melodía de su flauta. Existen dos finales, en uno el flautista lleva los niños hasta el río y ahí los arroja para que se ahoguen, al igual que las ratas, y en otro, los lleva hasta una cueva que podría ser una metáfora del infierno.

Pero, ¿de dónde sale esta historia?

No hay documentos que aclaren el origen, pero se pueden desprender varias teorías, por ejemplo, alguna epidemia de peste que atacó a la población más joven, migraciones para colonizar partes de Europa Oriental, o inclusive la Cruzada de los Niños, relatada por el papa Inocencio III.

Algo que llama la atención es que, como muchas otras de estas historias, están llenas de simbolismos. En el MODO nos inspiramos en esta historia y aprovechando la fecha, presentamos algunos objetos de nuestra colección y que nos acompañan en nuestro día a día dentro del archivo.