¿De mango o de guayaba?
Son pocas ya las compañías o empresas mexicanas que siguen siendo propiedad “nacional”. La situación actual a nivel mundial ha dado paso a la inversión extranjera o a la compra de concesiones nacionales por parte de empresas extranjeras con mayor solvencia. Es por esto que, desde el punto de vista económico, es importante reconocer a compañías como Pascual.
Pascual S.A. fue una de las muchas empresas que se fundan a finales de la década de los 30, durante el periodo de crecimiento económico conocido como Milagro Mexicano; su fundador fue Rafael Jiménez Zamudio y sus primeros productos eran paletas, después lanzaron al mercado el agua embotellada, producto muy novedoso que representaba la modernidad en México. Es importante mencionar que durante esta época, en México se empiezan a adoptar formas y productos propios del “american way of life”, pues era visto como un modelos de vida ideal; muchos de sus productos habían sido recuperados de aquellos creados para el ejercito estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y pasaron al uso cotidiano, el agua embotellada era uno de ellos y así fue como Pascual S.A. se presentaba como una empresa moderna y llevaba esa forma de vida a los mexicanos. Después llegaron los refrescos como Pascual y Lulú, así como el Boing, uno de los más representativos de esta empresa.
Hoy recordamos al Pato Pascual con objetos de nuestra colección.