De alfiletero a los abrazables peluches

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Los peluches han sido referentes de la niñez a lo largo del tiempo, aunque hay adultos que siguen teniendo afinidad por estos adorables juguetes, sin embargo, los que conocemos hoy fueron un artefacto que se utilizaba para la costura, del cual leerán su historia a continuación.

 

El primer peluche lo hace en Alemania la diseñadora Margarete Steiff cuando funda su tienda de ropa en 1877. Margarete, acostumbra a comprar revistas, en una de moda, encontró el patrón de un elefante, tomó esta idea para realizar un saco de fieltro y pincharlo con alfileres para facilitar su trabajo y el de sus costureras.

 

Es tal el éxito de este alfiletero que en 1880 decide comenzar una producción y ponerlos a la venta. Los pequeños elefantes cautivan a los infantes y las madres los compran como obsequio para que sus hijos los disfruten jugando. Seis años más tarde, los alfileteros se vendían como juguetes llegando a tener un registro de cinco mil elefantes de felpa vendidos.

 

Con el éxito obtenido Margarete crea su empresa Steiff y en 1897 se integra Richard Steiff, su sobrino —que egresaba como creador de la Escuela de Artes Aplicadas de Stuttgart—. Lo que caracterizaba a la marca fue el integrar, además del elefante que les catapultó a la fama, una serie de animales domésticos y de granja, como: gatos, perros, cerdos y conejos, con los que el público se sintió muy identificado.

 

Para 1902, Richard diseñó el “Bear 55PB”, un curioso oso que tenía los brazos y piernas movibles, el cual fue considerado como el primer oso de peluche del mundo y el que revolucionaria su historia. El “Bear 55PB” fue presentado en la feria de juguetes de Leipzig, Alemania.

 

Las ventas incrementaron y la marca ya era mundialmente reconocida, realizó colaboraciones con Disney, fundaron el Steiff Club y para sus 100 años crearon una edición limitada de “Bear 55PB”.

 

*Como dato interesante: En 2005 se inauguró el fantástico Museo Steiff en Giengen, Alemania, con motivo del 125 aniversario de la empresa.

 

A pesar de que Steiff vendía sus muñecos, más empresas se sumaron a la creación de peluches, algunas intentaron realizar replicas, otros, nuevos modelos con materiales más comerciales y tener un costo más económico.

 

Hoy en día los peluches los encontramos muy fácilmente, pueden ser para algún regalo, para coleccionarlos o por simple gusto, los hay de distintos tipos, formas, texturas, modelos especiales o ediciones limitadas, colaboraciones e incluso máquinas de monedas en las que se pueden sacar alguno jugando.

 

¿Ustedes conocían la historia? platíquenos si ¿guardan sus peluches de niños? o ¿conocen al famoso “Bear 55PB”?

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