En estos meses en los que hemos cambiado nuestros hábitos radicalmente, he descubierto una nueva forma de pasar el rato; sobre todo olvidar por un momento que mi cuarto se ha convertido en mi oficina, el comedor en mi sala de juntas y el patio ahora es un lugar para relajarme.

Hace unas semanas estaba dando vueltas por mi casa y encontré un bastón de burbujas, no recuerdo cuando dejé de usarlos, descubrí que mis sobrinos olvidaron uno en el patio y ahora lo comparten con Leoncito, mi chihuahua, y conmigo.

Cuando estoy aburrida o Leoncito necesita hacer sus necesidades, vamos al patio y hacemos burbujas por unos minutos. Un día estuvimos por más de una hora solo haciendo burbujas, el tiempo se pasó muy rápido, sentí como cualquier día de vacaciones en los que hagas lo que hagas estas tranquilo, en paz y sin presiones; desde ese día hacemos burbujas todo el tiempo.

Comenzamos a hacer las burbujas solo nosotros, Leoncito y yo, ahora hacemos burbujas junto con mis sobrinos los días que nos visitan. Se ha convertido en algo muy preciado, nunca me imagine que algo tan simple me daría tanta paz.

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