Este es mi vaso de agua, esta cuarentena se ha vuelto muy importante para mí pues he aumentado el consumo de ésta.

Yo casi nunca tomo agua y menos simple, los doctores ya me habían dicho que debía tomar más, 2 litros al día para ser exactos. Siempre me lo había propuesto, todos los años tenía una uva reservada para este propósito que nunca cumplí, en el trabajo siempre andaba corriendo por lo que, si tomaba agua, era hasta el final de la jornada y tengo que aceptarlo, casi siempre era un refresco de cola para levantar la pila; ahora en casa tomo 8 de estos vasos, todo el día lo ando llenando, todo el día lo llevo conmigo a todos lados.

Ya no soy sin mi vasito, es justo del tamaño ideal pues no intimida como si fuera un gran vaso que suponga todo un reto terminar, no es de plástico por lo que no adquiere ese sabor y el agua se mantiene fresca. Ya se ha vuelto un hábito por lo que estoy segura que cuando termine esta cuarentena yo seguiré tomando de este líquido vital.

Y lo más importante: La imagen del capitán américa me recuerda que ha salvado mis riñones.

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