Es ya una tradición, comenzar cada año con una agenda que sea muy especial, siempre añado listas que me acompañan: cumpleaños, libros que voy leyendo y lugares que deseo conocer. Este 2020 comencé registrando un viaje a Las Vegas, después mi vida dio un vuelco de 180°.
A principios de febrero registré la perdida de mi empleo y tomándolo como algo positivo partí a Canadá para hacer un curso, regresé a las 2 semanas y casi de inmediato llegó también el confinamiento por COVID19.
Por un momento me pareció un mal chiste de la vida tener una agenda, pronto le encontré una nueva misión: registrar los días de confinamiento: hoy marqué el día 85Q.
Con el paso de los días he ido alimentándola: cursos, webinars, el despegue de SpaceX, disturbios en US, el día que llegamos a los 10 mil muertos por Covid19 en México, un nuevo empleo. Sigo registrando los libros, pero el objetivo ha evolucionado, mi agenda ya no es solo mía, es el diario que llevaré a Cd Juárez cuando el semáforo sea verde, para que mi abuela que ya no escucha pueda leer estos días y lo que sucedió.