Cuando los compré fue pensado para la mudanza a las nuevas instalaciones en la empresa en la que trabajo, pues al tener espacios abiertos sabía que no me iba a poder concentrar. Pero se atravesó el confinamiento y empecé a utilizarlos. Nunca había usado tanto tiempo unos audífonos en mi vida, se me hacía obsoleto usarlos y menos en el trabajo.
Ahora son parte de cada mañana, para escuchar la radio, las noticias, música, mis clases de francés, videoconferencias del trabajo e incluso para programar mis actividades físicas. Un plus, el micrófono que ha superado mis expectativas. Espero que sigan conmigo mis audífonos y se vuelvan como el infinito, interminables.