El Museo de las Relaciones Rotas se consolida a partir de una exposición itinerante de piezas que representan relaciones que se desea dejar atrás. Lejos de alentar el sentimiento de tristeza, la exposición da oportunidad a las personas de contar su historia e iniciar una nueva etapa fresca y vital a través de un acto creativo de desapego: donar sus objetos a la colección de este Museo.
Sin importar la razón para la que se ofrecen estos objetos personales, sea simple exhibicionismo, alivio terapéutico o simple curiosidad, las personas han acogido la idea de exhibir su amor como un legado, un tipo de ritual, una ceremonia solemne. Nuestra sociedad cuenta con ritos para conmemorar muchos aspectos de la vida: el nacimiento, el matrimonio, los funerales, hasta las graduaciones, pero no hay un reconocimiento formal del final de una relación, a pesar de su gran impacto emocional.
En las palabras de Roland Barthes en Fragmentos de un discurso amoroso: “Cada pasión, finalmente, tiene su espectador…. (no hay) oblación amorosa sin un teatro final”.
Conceptualizado en Croacia por Olinka Vištica y Dražen Grubišić, el Museo de las Relaciones Rotas ha recorrido el mundo y, en su paso por cada destino, se ha enriquecido con el sabor y la textura de la cultura local, y al mismo tiempo con los sentimientos universales que conforman este conjunto extraordinario de memorias y pertenencias de personas con el corazón roto, deseosas de dejar un testimonio de su biografía, y seguir adelante.
La exposición inspira a la búsqueda personal de poder interior y fortalecer la creencia en algo más significativo que el sufrimiento fortuito.
La exposición se presentó del 12 de marzo al 8 de junio de 2014.