Sueños decadentes, el spleen, el hachís y el vino. Charles Baudelaire

Sueños decadentes, el spleen, el hachís y el vino

Abril 9, 1821

“Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.”

¿Qué viene a la mente cuando el nombre de Baudelaire es mencionado? Poeta maldito, padre del decadentismo, los paraísos artificiales producidos por el vino y el hachís, promotor y traductor de Edgar Allan Poe y la condición maldita del poeta, el absenta y sus hadas verdes, el fin de siglo y la crisis de la modernidad, lo corruptible y el cuerpo, la vida bohemia y los dandys.

La poesía francesa y la poesía moderna no serían lo mismo sin la figura de Charles Baudelaire; aficionado a la vida bohemia, conoció a escritores como Balzac y a Sarah  la Louchette, prostituta, musa de varios poemas y la causa de su muerte, pues fue quien lo contagió de sífilis.

Reconocido dandy que dilapidó la mitad de su herencia, consumidor de hachís, crítico de arte; elogió a Manet, a Wagner y a Poe. Habla sobre las propiedades del vino y el hachís en Los paraísos artificiales y la necesidad de abrir la conciencia como parte del proceso de creación artística.

En 1857 publicó Las flores del mal, hito de la poesía francesa que generó gran escándalo entre los críticos y una violenta polémica en torno a su persona, pues fue considerado como un libro lleno de monstruosidades; este hecho provocó que fuera acusado, junto con el editor, de “ofensas a la moral pública y las buenas costumbres”. Nada de esto significó un impedimento, pues el libro fue publicado nuevamente en 1861, esta nueva versión incluyó además, treinta y cinco textos inéditos.

Posiblemente todo lo referente al spleen en Las flores del mal, fue lo que lo llevó a buscar consuelo en los paraísos artificiales. La palabra y concepto spleen, provienen del griego splēn, y hace referencia al bazo, órgano que según la medicina griega y la teoría de los humores, es donde se produce la melon colie o bilis negra, causante de la melancolía. La vida y obra de Baudelaire estuvieron siempre impregnadas del spleen y la decadencia burguesa propios de fin de siglo XIX.

Además de su trabajo literario, fue crítico y promotor de importantes pintores y poetas que, como él, desafiaban la rígida moral victoriana que se había impuesto dentro de la burguesía occidental; donde la decadencia, el nihilismo y finalmente la muerte, parecían ser la única alternativa a una crisis ideológica que se hacía más que evidente en la segunda mitad del siglo XIX.

Sin duda alguna, el propósito de Baudelaire de épater la bourgeoisie se logró, inclusive llega a escandalizar a algunas mentes supuestamente vanguardistas del siglo XXI. Profeta no solo de la poesía moderna, sino de la decadente posmodernidad, en esta ocasión el MODO le rinde homenaje y presenta este gabinete de curiosidades inspirado en el spleen baudeleriano.

 

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