La Bombilla Eléctrica

La Bombilla Eléctrica

La era de las invenciones

La bombilla eléctrica es una de las invenciones más importantes del siglo XX y surge en la era en la que otros trascendentales inventos estaban surgiendo: el telégrafo, el cinematógrafo, el automóvil, el aeroplano, adicionalmente a los avances en la ciencia y las nuevas formas en la organización industrial, como la producción en serie, que reducía los costos, aumentaba la productividad y mejoraba la competitividad.

En 1880, Thomas Alva Edison patentó la primera bombilla eléctrica, habrá que destacar, comercialmente viable y con un funcionamiento perfeccionado. Con anterioridad existieron otros inventores como Henry Woodward, Mathew Evans, James Bowman Lindsay, William Sawyer y Warren de la Rue que desarrollaron modelos que funcionaron en laboratorio. Incluso Joseph Wilson Swan recibió la patente británica un año antes que Edison y fundó The Swan Electric Light Company e instaló bombillas en hogares, así como señales en Inglaterra.

Edison, para demostrar la eficacia de su bombilla, efectuó una demostración pública en la que una de sus bombillas permaneció encendida por dos días seguidos en un parque en Nueva York. Fue así como demostró que el filamento de carbono era el material más fiable para ser encendido por el paso de la corriente eléctrica y lanzar su característico rojo-blanco intenso y cálido, difícil de reproducir incluso con las tecnologías actuales.

La bombilla eléctrica nace como un invento en el centro de un movimiento social y económico que le ofrecía una faz al nuevo siglo veinte. Se aceleraba el proceso de manufactura por la utilización de la electricidad y los motores de combustible; se expande la revolución industrial en su segunda fase hacia otros países, haciendo surgir nuevas potencias como Estados Unidos y Alemania. Mientras, en Nueva York se instalaba el nuevo alumbrado en las calles con el sistema creado por Edison; subsecuentemente la calidad de vida de los habitantes elevó su nivel. Un momento sumamente interesante en la Historia de la Humanidad.

En la estación de bomberos del Parque de Livermore, California, hay una famosa bombilla que lleva encendida ininterrumpidamente desde 1901; existe una webcam que la monitorea 365 días al año y se puede consultar en tiempo real. Esta bombilla lleva funcionando más de un millón de horas. Prueba fehaciente de que la obsolescencia programada existe.

Ya no hacen las cosas como antes.

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