Fotografía forense
La fotografía fue, en sus inicios, una nueva técnica de documentación y registro, la cual brindaba cierta fidelidad a la realidad que podría asegurar la veracidad de los hechos retratados. Entre los diferentes usos de registro apareció la “fotografía forense”.
Fue Allan Pinkerton, detective y espía escocés fundador de la primer agencia de detectives del mundo, que en 1886 utilizó a la fotografía como recurso para el registro e identificación de los delincuentes cuando ingresaban al sistema judicial; usó también la fotografía para dejar constancia de las situaciones exactas en las que fue hallada una escena del crimen, registrando así toda la evidencia.
A partir de ahí la fotografía forense se ha convertido en un recurso necesario en la resolución de casos judiciales. La capacidad de registro que da la fotografía asegura, desde la concepción colectiva, la objetividad en el momento de realizar una investigación.
En 175 años de objetos fotográficos. Del daguerrotipo al selfie presentamos algunos de los primeros retratos realizados a los criminales.