El ocio en el Porfiriato

¿Qué haces en tus ratos de ocio?

Cada quien tiene una forma de pasar estos momentos, y es que el ocio no es algo negativo, sino el tiempo libre que tenemos entre el trabajo y las demás actividades básicas, aquello que realizamos durante nuestro tiempo libre.

Seguramente los seres humanos han compartido, a lo largo de su historia, actividades similares, pero también es verdad que cada época tiene sus propias costumbres y es por esto que hoy lo dedicamos al ocio durante el Porfiriato.

Para empezar hay que recordar que la organización del día era otra, las distancias que se recorrían comúnmente no eran tan largas o los tiempos de trayecto eran menores, la luz también era un factor importante ya que no era tan fácil salir por las noches ya que el alumbrado no era suficiente. Estas son algunas de las razones por lo que las actividades diurnas se realizaban afuera y las nocturnas estaban destinadas para lugares cerrados o la intimidad del hogar.

En cuanto a las actividades matutinas eran muy populares los “paseos”, que consistían en caminatas tranquilas por diferentes lugares de la ciudad, por ejemplo el Paseo de Bucareli o el Paseo de la Alameda, algunos se programaban para el fin de semana o en fechas específicas, como el Paseo de las Flores en el canal de la Viga, el Paseo de San Agustín de las Cuevas, hoy Tlalpan. También era muy recurrido el Paseo de las Cadenas, alrededor de la Catedral los jueves por la noche.

Además de la distracción, los paseos servían para ver y ser vistos, al igual que los espectáculos como el teatro, la opera o los bailes, donde los asistentes procuraban lucir sus mejores galas. Estas actividades no eran exclusivas de una clase social, pero si dependía de esto el lugar en donde se llevaran a cabo, podía ser del salón más lujoso al patio de vecindad, pero la forma era la misma.

Podríamos decir lo mismo si comparamos el ocio en el Porfiriato con el ocio en nuestros días. Algunas actividades han cambiado, otras aparecen o desaparecen, pero la idea de hacer algo diferente a la cotidianidad permanece. Como ejemplo les presentamos una serie de objetos que hacen referencia al ocio porfiriano.