El objeto del objeto
“Parece que el alma se pierde a sí misma en sí misma cuando está conmovida o perturbada, a menos que le den algo de lo que agarrarse, y por lo tanto siempre debemos proporcionarle un objeto para estrujar y actuar al respecto”
Michel de Montaigne
¿Qué es un objeto?
Parecería una respuesta muy sencilla ya que estamos rodeados de ellos, pero realmente nos hemos puesto a pensar cuál es la importancia que le damos a los objetos, qué significado les damos y por qué llegan a ser tan importantes en nuestra vida diaria.
Más allá de una función utilitaria, los objetos comunican y a la vez se comunican a través de ellos mismos, se convierten en referentes culturales y de la historia de la sociedad y el tiempo en el que surgieron. Además de su uso cotidiano, o tal vez mediante él, los cargamos de significados, como amuletos que se convierten en encarnaciones de nuestras carencias y necesidades, ya que mantienen una relación muy estrecha con la conservación y transmisión del imaginario colectivo.
Si entendemos a los objetos como mediadores sociales, podemos decir que los seres humanos nos relacionamos a través de los objetos que producimos y al mismo tiempo nos relacionamos con esos objetos, esta relación se extiende hasta el lenguaje; así les damos un sentido no sólo en el uso, sino también en cómo los nombramos, y en los referentes que les otorgamos: personas, situaciones, lugares. “Recordar es volver a vivir” y los objetos de los que nos rodeamos nos ayudan a hacerlo.
En palabras del diseñador y teórico Gui Bonsiepe, el objeto se convierte en una prótesis humana pues nos sirve para sustituir, completar o potencializar acciones y emociones que nuestro propio cuerpo limita.
Es aquí donde radica la importancia de un acervo como el del MODO, en todos esos objetos que nos pueden hablar de personas y situaciones que los grandes relatos históricos han dejado de lado. Vemos a los objetos como testigos silenciosos de narrativas personales y discursos perdidos en la historia oficial; conservarlos se convierte en una manera de conservar parte de nuestra historia y de nosotros mismos.
Alejandra Castaño Meneses
La forma en que los poseemos el cuidado o no que les damos, les confiere características particulares a cada objeto y de algún modo adquieren parte de nuestra personalidad.