El encendedor

El primer encendedor fue inventado por Johann Wolfgang Döbereiner en 1823, llamado Lámpara de Döbereiner. Pese a que usarlo representaba cierto peligro, por tener un cartucho lleno con hidrogeno y activado por un catalizador de platino. Cabe destacar que se vendieron más de un millón de unidades, pero pronto se notaron las dificultades y surgió la necesidad de encontrar mecanismos más funcionales. Fue así como surgió el encendedor de yesca portátil, muy popular entre los soldados que fueron a la Primera Guerra Mundial.

Entre los primeros prototipos de encendedores podemos encontrar los que estaban constituidos por un tubo en el que había una mecha de algodón con un tubo paralelo que tenía una rueda estriada que, haciéndola girar, producía una chispa que encendía la mecha.

Compañías como Ronson en 1910 o Zippo en 1933, fabricaron modelos que llegarían a ser clásicos hasta la actualidad. En 1950 comenzó a utilizarse el gas butano. El encendedor ya se constituía por un depósito de gas que encendía una pequeña flama por una chispa accionada al hacer girar una piedra de ferrocerio, creada por el barón Carl Auer von Belsbach desde 1903.

En 1971, la empresa Bic adquiere a la empresa Flaminaire y lanza al mercado el primer encendedor con llama ajustable, con algunos ajustes para la seguridad. Es así que un encendedor actual se compone por un depósito de combustible, una piedra, una válvula, un tubo para conducir el combustible y la salida de la flama.

Los encendedores más modernos ya no utilizan piedra, sino un sistema piezoeléctrico que por el impacto con un cuarzo produce una chispa. Existen variantes, como los encendedores de cocina que sólo producen chispa para encender las hornillas o los encendedores gigantes, que hay que manipular con mucho cuidado y guardar lejos del alcance de los niños para evitar accidentes.

Mechero, encendedor, chisquero, como lo conozcamos según la latitud en la que habitemos, es un invento que sintetiza el anhelo del hombre por controlar a voluntad aquello que desde un principio siempre quiso crear: el fuego.