El ejemplo de Emilio
Durante la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII, el libro titulado Emilio, de Jacques Jacob Rousseau, sirvió como inspiración del nuevo sistema educativo nacional e internacional
Este libro, donde narra la vida de Emilio, está dividido en apartados y cada uno está dedicado a diferentes etapas de la vida del personaje. En el Libo I, trata de la infancia, aqui Rousseau propone la necesidad de “endurecer” el cuerpo de los niños contra los rigores del clima y necesidades corporales, así como fomenta que las madres amamanten a sus hijos. Esto supone un “método natural” para formar buenos ciudadanos.
En el Libro II, cuando Rousseau habla de la educación de los niños de los 2 a los 12 años, dice que a éstos no se les debe cuidar ni proteger de manera excesiva, pues esto los llevaría a degenerar. Propone en cambio una “educación de los sentidos”, un antecedente del Método Montessori de aprender a través de los juegos
Después que el niño ha adquirido conocimientos “naturales” y desarrollado su fortaleza física, está listo para la última etapa de su educación, los sentimientos y la religión, así puede empezar a socializar.
Podríamos llegar a pensar que estos métodos de enseñanza son muy contemporáneos, pero ya habían sido propuestos desde hace varios siglos; esta es una de las razones por las que Rousseau es considerado padre de la pedagogía.
En la exposición Los niños del siglo XIX, presentamos un ejemplar de esta publicación, muestra de que estas ideas también eran consideradas en el contexto mexicano del siglo XIX.