El Cartel del Centenario
Transcurrían los años del Porfiriato y se realizaban los preparativos para la celebración del centenario de la Independencia de México: Desfiles, fiestas populares, banquetes en Palacio Nacional, juegos pirotécnicos y se le daban los últimos detalles constructivos al emblemático Ángel de la Independencia que constituye hoy la imagen de la capital mexicana.
La Comisión Nacional del Centenario de la Independencia encargó al artista Alberto Híjar y Haro este cartel conmemorativo de las fiestas de 1910. En él se representó a la patria mexicana como una mujer de rasgos clásicos, de piel clara y cabellos negros, que aparece triunfante, vestida con una túnica blanca y larga, su cabeza la adornaba una guirnalda de olivo.
En la mano derecha, la mujer enarbola una gran bandera nacional, mientras que su mano izquierda señala el Calendario Azteca o Piedra del Sol. Atrás de ella, una multitud la aclama, destacando en primer término varios personajes que agitan banderas extranjeras.
Al fondo, aparecen los monumentos a Cuauhtémoc y a la Independencia, así como el Palacio Nacional, símbolos del México prehispánico, colonial y moderno. Detrás, en el paisaje, se observan los volcanes que custodian la ciudad de México: el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl.
El cartel es un cromo icónico que fomentaba el patriotismo y el orgullo nacional, y a la par dejaba vislumbrar un futuro de progreso y felicidad.
Adaptación de texto de la exposición Roma Condesa, 111 años de historia, del Museo del Objeto del Objeto.