Día Internacional de la Mujer
“… el medio más eficaz de conseguir estos ideales, o sea los de libertar y educar a la mujer, es concurriendo ella misma con sus energías e iniciativas a reclamar sus derechos, a señalar la educación que necesita y a pedir su injerencia en el Estado, para que ella misma se proteja”.
Salvador Alvarado, gobernador y comandante militar de Yucatán
Primer Congreso Feminista, Mérida, 1916
Existe mucha discusión en cuanto al tema de “la mujer” en el mundo contemporáneo; su rol en la sociedad, la lucha por la igualdad, su papel de madre, de profesionista y un sin fin de etcéteras. En una sociedad evidentemente machista, las mujeres han buscado diferentes maneras de que su voz y presencia se hagan notar.
En el arte, la ciencia, el deporte, la religión, la política y muchos otros aspectos del quehacer humano, han existido mujeres que se han destacado y que muchas veces han sido relegadas por los grandes relatos históricos. Esta idea no representa una postura feminista radical, más bien es una invitación a conocer y reconocer lo que estas mujeres han realizado, no solo para su propio género, sino como contribución para comprender mejor nuestro mundo, las relaciones sociales y con la naturaleza, para todo aquello que tiene que ver con el ser humano.
Esta invitación toma como excusa el Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, la conmemoración de este día tiene sus orígenes en la lucha de las sufragistas estadounidenses que, desde finales del siglo XIX, lucharon por el derecho de la mujer al voto. En 1910, la Internacional Socialista proclama este día como homenaje al movimiento a favor de los derechos de la mujer y el sufragio femenino universal.
Dicho movimiento tuvo alcance mundial, y México no será la excepción. En enero de 1916 se instaló el primer Congreso Feminista en Mérida, donde participaron como junta organizadora Consuelo Zavala, Dominga Canto, Adolfina Valencia de Ávila, María Luisa Flota, Beatriz Peniche, Amalia Gómez, Piedad Carrillo Gil, Isolina Pérez Castillo, Elena Osorio, Fidelia González, Candelaria Villanueva, Lucrecia y Adriana Vadillo, Rosina Magaña y Consuelo Andrade.
También nos encontramos a figuras como Elvia Carrillo Puerto, la Monja Roja del Mayab, quien fuera lideresa del movimiento feminista y sufragista mexicano; para 1925, electa diputada (fue una de las primeras mujeres en tener este cargo político), luchó por la igualdad de género desde la Cámara de Diputados, buscando aprobar el voto femenino, petición que no fue respondida. Esto no la detuvo y continuó con el movimiento sufragista, formando diferentes organizaciones civiles y políticas. Fue hasta la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines cuando sus demandas se vieron reconocidas, por iniciativa presidencial, en 1953 se modifica el articulo 34 constitucional otorgando igualdad de derechos políticos a hombres y mujeres, incluyendo el derecho al voto.
Este es solo un pequeño ejemplo de la lucha feminista, muchos otros se pueden ver en diferentes ámbitos. Tenemos a Elizabeth Arden, que en 1910 abrió su primer spa en la Quinta Avenida de Nueva York, convirtiendo sus productos en los más deseados. Pintó de rojo intenso las puertas de su establecimiento para distinguirse del resto de tiendas que abarrotaba la avenida, fue tal la influencia de dicha puerta que en varios de sus diseños se puede observar la imagen. Nacía así el mítico Red Door, un salón de belleza en el que creó un ambiente de lujo, a la vez que ofrecía tratamientos personalizados. Como defensora de los derechos de la mujer, participó en una de las marchas que pasó frente a su spa, junto con otras 15,000 mujeres, todas usando lápiz labial rojo como símbolo de fuerza.
Ejemplos así abundan, la mujer es un elemento activo de la sociedad y al igual que el hombre, tiene diferentes facetas. En el MODO aprovechamos este día para mostrar varios objetos de nuestra colección, nos pueden ayudar a vislumbrar esta idea, sobre todo cómo la mujer ha sido vista y representada, por ella misma y por la cultura de masas.
