Día del Amor y la Amistad

Día del Amor y la Amistad

Eros y Tánatos, pulsaciones de vida y muerte, dos energías e impulsos que no necesariamente chocan, como positivo y negativo, sino que son interdependientes: uno depende de la existencia del otro.

Hoy disertaremos un poco sobre la energía del Eros. La psicología lo ha asumido como una tendencia vital hacia la creación, recreación, edificación, reconstrucción, amistad, sexualidad, concepción, alumbramiento, amistad, amor fraterno y de pareja. En la mitología griega, Eros (Cupido en la mitología romana) era el dios del amor que, a quien acertara con su flecha, lo convertía en víctima subyugada al enamoramiento incondicional. Un día, su madre Artemisa, diosa del amor, (Venus para los romanos) vio la gran belleza de Psique (alma) y se puso muy celosa, ordenándole a Eros que le disparara una flecha para que se enamorara del hombre más ruin, pero al verla Eros, se enamoró profundamente de ella. Vivieron un intenso amor que se vio obstaculizado por avatares del destino, haciendo que hasta la propia Psique pusiera en riesgo su vida en diversas ocasiones. Pero al fin su amor se consolidó con el subsecuente consentimiento de Afrodita y Zeus, quien la hizo inmortal. Fruto de ese amor nació una hija llamada Placer.

En el siglo IV no era permitido que los soldados romanos contrajeran nupcias, ya que a un hombre sin compromisos maritales era mucho más fácil enviarlo a la guerra. No obstante, Valentín, un prodigioso médico que abrazaba el catolicismo, oficiaba en secreto rituales de matrimonio a parejas que así lo deseaban. Con esa conmovedora historia, el papa Gelasio I, canonizó a San Valentín e instituyó la fecha del 14 de febrero como el Día del Amor. A pesar de que Pablo VI abolió la festividad de San Valentín del calendario post conciliar–quizá por falta de pruebas- en 1969, la fecha se festejó durante 15 siglos y permanece hasta nuestros días.

Es así que Cupido o Eros simboliza a San Valentín, estandarte del amor romántico que permanece a pesar de todo y como una energía inamovible ante los obstáculos y las adversidades. En cada continente se celebra esta fecha con matices diferentes: en América se celebra con el intercambio de regalos, otra práctica es la del “amigo secreto” al que se le dan obsequios sin firmarlos con el nombre de quien se los da. En Europa, las mujeres en Inglaterra esperaban fuera de su balcón la noche del 14 de febrero, esperando a que un hombre cruce por su camino. En Asia, la mujer le da un obsequio al hombre y en un ritual especial se va al Monte Fuji y se toca tres veces la “Campana del Amor”, pronunciando el nombre del amado o de quienes aspiran a tener como pareja, para que sus deseos se conviertan en realidad.

 

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