El avión pensé, este objeto no solo se trata de mi sino de mi padre, es un papalote que mi padre construyo para mi, me llena de orgullo y me hace feliz porque recuerdo los días de mi infancia cuando el me enseño hacer engrudo con maicena y agua en nuestra estufa, a limpiar las palmas secas de coco donde se sacan las varillas para armar su estructura, a tener destreza en amarrar los hilos que lo sostienen, escoger los colores brillantes del papel china, colocarle los flecos de colores y una cola de trapo para poder estabilizarlo al volar. Cierro mis ojos imaginándome un día soleado en mi pueblo natal acompañada de mi hermano y mis primos, con el viento a nuestro favor volando papalotes hasta que desaparecían de nuestra vista y al final los liberábamos , eso nos llenaba de gozo; y al recordarlo vuelvo a sentirme niña y mi padre se vuelve joven nuevamente, deja de tener el cabello blanco y su tez marcada por arrugas se llena de alegría. Muy pronto volaré mi avión en un cielo azul , corriendo en la arena blanca y el mar turquesa de fondo, eso me llena de esperanza y de calma.