Esta es mi oficina y ustedes dirán, qué tiene de especial?, pues bien, les cuento que aquí solía estudiar y tener alumnos que venían por las tardes a su clase del idioma inglés, pero de repente, se quedó vacío un escritorio. Además, esta oficina, me ayudó durante 3 años y medio a terminar mi segundo grado académico y justo cuando terminó el mes de marzo, el COVID 19 no me permitió festejar mi nuevo título. También mi amada oficina y yo vivimos una rescisión de contrato porque la universidad donde solía colaborar por las mañanas, simplemente decidió que por la pandemia, ya no habría clases de inglés hasta nuevo aviso. Así que observé mi espacio y nos dije, ya estudiamos, ya nos desvelamos, ya nos cansamos y lloramos, cuándo vamos a disfrutar de nuestro esfuerzo? Entonces, puse mi oficina tan bella y ordenada como pude, me di a la tarea de promovernos en línea para dar clases y qué pasó? Pues que ella y yo, estamos dando clases en línea ciertos días y ciertas horas en las cuales somos sumamente felices y productivas. Luego entonces, mi antiguo empleador y la dichosa pandemia nos hicieron un gran favor! Esta “noventena” (llevo 3 meses encerrada), me ha servido de escalafón a nuevas metas y proyectos.

Saludos y abrazos virtuales.

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