La playera que jamás pensé que fuera mi favorita, resultó ser el objeto preferido de mi confinamiento, desde marzo no pude regresar al país donde vivo con mi esposo y mi perro, cerraron fronteras y unas vacaciones que serían de 3 semanas se prolongaron 4 meses, como supuestamente no serían unas vacaciones largas, no traía mucha ropa en mi maleta. Debido al estrés, mi cuerpo reaccionó en forma de urticaria, una de las razones principales por las que sólo puedo usar playeras de algodón y muchas cremas para la comezón, esta playera la uso para dormir, para hacer ejercicio, para desinfectar y de manera paradójica ya no odio a Luisito Rey.

 

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