En tiempos de trabajo en casa y cuarentena, cuando la tecnología surge como reina, un humilde objeto de cocina se muestra majestuoso por igual.
No hay duda de que un buen café, se hace indispensable para trabajar bien. Más calentarlo en microondas resulta un gran percance, pues la señal de Internet pierde su alcance.
MI POCILLO DE PELTRE sale entonces al quite, librando la batalla cual memorable REY.
Continúa en uso el micro, y le pongo una nota: ¡Cuidado con el Internet, usa el pocillo! Motivo de duda y burla se vuelve lo escrito.
¿Qué es un pocillo?, preguntan los niños. Es un tarro horrible, responden los millenials. ¿Se escribe así la palabra?, los adultos indagan.
¡A buscar en Google sin perder la calma! POCILLO, del latín pocillum (entonces se escribe con “c” y “ll”). Vasija pequeña con una sola asa, para tomar líquidos calientes generalmente usada.
Nunca falta el café en nuestra casa-oficina, donde una útil vasija trabaja todo el día. Es por esta razón, y al decirlo no miento, que he nombrado al POCILLO, mi objeto preferido del confinamiento.