Entíntame la máquina
Seguramente cuando estés leyendo esto, será a través de una computadora, estos aparatos tecnológicos que nos han dado tanto, desde entretenimiento, información o educación, no podemos negar que es uno de los avances más importantes para la humanidad, pero hoy, no vamos a hablar del computador, sino de uno de sus antecesores, la máquina de escribir y muy particularmente, de la tinta, porque sin tinta no podríamos iniciar esta historia.
Hablar de máquinas o escritos no sería correcto sin antes hablar de la tinta, pues desde su descubrimiento, en el año 400 a. C. sirvió para dejar testimonios y hacer crecer la cultura de toda la humanidad, si bien no es el único modo de expresar o dejar algún testimonio, este ha sido el más común y popular, desde los pigmentos en cuevas en tiempos antiguos, hasta la actualidad, aun con las nuevas implementaciones tecnológicas.
De la pluma a la máquina, así paso la tinta, para ayuda al hombre en un nuevo sistema de comunicación, la máquina de escribir, se considera un invento igual de importante que la bombilla o el telégrafo, pasaron al menos 52 prototipos aproximadamente para dar con el resultado final en 1714, cuando la reina Ana de Estuardo concediera una patente a Henry Mill para la producción de una maquina eficiente.
Ya hablamos de todo ¿Y la tinta? Pues en un principio, las máquinas de escribir, servían con un rodillo el cual se entintaba, al presionar alguna tecla esta se manchaba y dejaba una marca sobre el papel, tiempo después se empezaron a crear cintas que se colocaban a los extremos de la máquina, la cual dotaba de tinta a las teclas, pero esta tinta no se derramaba como las anteriores.
La tinta predilecta para las maquinas antiguas eran totalmente negra, así que esto dotaba de fuerza a los documentos, aunque también tenían defectos, ya que, si te equivocabas a la hora de escribir, no podías corregir de ningún modo tu documento.
Con el paso de tiempo, se empezaron a crear maquinas con dos tintas, negra y roja, esto para marcar los resultados negativos en contabilidad, pero ¿Qué pasaba cuando te equivocabas? Para todos aquellos que estudiamos o usamos la máquina de escribir, fue frustrante no poder corregir nuestros errores, bueno pues los fabricantes se dieron cuenta de este problema y decidieron lanzar a la venta cintillas separada de un color blanco, el cual sobreponías al error y marcabas, no era lo más eficiente y el error seguía ahí, pero fue una media solución que a muchos nos sacó de problemas.
Mike Frances, vendedor de cintas para máquinas de escribir, quien fue entrevistado por el portal BBC News declaro que; la mayoría de sus clientes, de edad avanzada, giran en torno a un disgusto por la computadora y su temor al perder sus viejas máquinas mecanográficas.
Ahora que ya estas al día y sabes que algún día escribimos sin derecho a equivocarnos, disfruta de la tecnología y valora la tinta.