Educación para todos. Los libros de texto gratuitos

Educación para todos

En 1944, el Secretario de Educación Pública Jaime Torres Bodet se preocupó por los libros con los que se educaba a los niños de la educación obligatoria del país. Por su parte, el entonces abogado, Adolfo López Mateos, advirtió que el principio de gratuidad de la educación básica no estaba siendo cumplido porque los libros de texto eran excesivamente costosos, de mala calidad e inaccesibles para la mayor parte de las familias mexicanas.

Cuando llegó a la Presidencia de la República en 1958, López Mateos se encontró con altos niveles de analfabetismo y pobreza “poco puede hacer la escuela por los niños si sus padres no tienen recursos para comprarles los libros de texto” decía. Eligió por segunda vez, para la Secretaría de Educación Pública a Jaime Torres Bodet.

Torres Bodet impulsó una extensa campaña de alfabetización por todo México y nació la idea de crear la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), con la visión de que el libro de texto gratuito, además de un derecho social, fuera un vehículo que facultara el diálogo y la equidad en la escuela.

La CONALITEG fue finalmente fundada por el Presidente López Mateos el 12 de febrero de 1959.

Los primeros libros  fueron encomendados a Martín Luis Guzmán, un militar, periodista y literato, ganador del Premio Nacional de Literatura en 1958; la producción de libros abasteció la demanda nacional, y algunos de los títulos alcanzaron trece reediciones en los años subsecuentes. En 1960 se produjeron 19 títulos para los alumnos de primaria y 2 para el maestro, cuyas portadas -autoría de los ilustres artistas David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Alfredo Zalce, Fernando Leal y Raúl Anguiano- retrataban héroes de la patria que, además de conmemorar 150 años de independencia y 50 de la revolución mexicana, buscaban infundir en la niñez el ser mexicano.

“En 1962 la CONALITEG consolidó su arraigo entre la población mexicana cuando empleó una obra de Jorge González Camarena como portada de los libros de texto: “La Patria”, una mujer de tez morena, rasgos indígenas y mirada valerosa que, apoyada en la agricultura, la industria y la cultura -simbolizadas en las imágenes del escudo y la bandera nacionales, un libro y diversos productos de la tierra y la industria-, representaba el pasado, presente y futuro de nuestra Nación. Desde ese año y hasta 1972, esa obra ilustró más de 350 títulos.”

En 1966, comenzó la producción de libros en Braille. En 1977, las portadas de los libros de texto fueron cambiadas, y se elaboraron colecciones como las Antologías de Educación Normal, que reunieron títulos destinados a las diversas disciplinas. Subsecuentemente, los libros y sus contenidos han sido modificados de acuerdo a las reformas educativas de la SEP.

En el aniversario de esta comisión, recordamos la importancia de la educación, gratuita y laica para todos, y de los libros, que en un inicio, enaltecían estas ideas.

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